martes, 28 de mayo de 2013

Quizás

Hace un año que te conozco, pero ¿puedo decir que realmente te conozco? No, o si, no lo sé.  Yo sabía perfectamente donde encontrarte, donde te conocí. Aquel bar, yo simplemente iba a pedir unas patatas, sin esa salsa "rojita" que tanto me pica. Es extraño como nunca había reparado en ti, quizás antes no estabas o, como no, iría metida en mis pensamientos, volando por encima del mundo en mi cabeza. Una carcajada, con una sonrisa. Simplemente fue eso lo que me hizo aterrizar, verte. Bueno, lo que me hizo sentir un escalofrío, fue el que mirases dentro de mi. Esa mirada, iba más a menudo para volver a ver esa mirada. Siempre estabas ahí, detrás de la barra. Pasaron los días, acompañados de un ¿como te llamas?, de un ¿que tal? y sobretodo, acompañados por tu sonrisa. Los mejores días los que te confundías, y sin darte cuenta me echabas la salsa picante. A veces ni yo me daba cuenta. Cuando te lo recriminaba bromeando, me mirabas,  realmente lo sentías. Semanas, meses. La única manera de vernos, era yendo yo a donde ti. Tus amigos nos vacilaban, me decían cosas cada vez que te girabas. La excusa de comprar patatas, pasó a la de ir al baño. Y llegó un sábado, yéndome a casa me dije ¿por que no?. Te fui a ver, era tarde estabais cerrando. Ya llegaba tarde a casa, me daba igual. No te extrañó la hora, ni nada. Te extrañó que dijera "Vengo a verte". Me volviste a mirar como cuando nos conocimos. Me hubiese ido a tomar una copa contigo, pero no podía.  El siguiente finde me pediste mi número, no tenía boli.
Ahora estoy aquí, sin saber si dártelo o no. Dicen que la edad no importa, pero para mi sí. No estoy enamorada ni nada por el estilo, aunque mis palabras los parezcan. Sencillamente tengo miedo, a ti no. A mi, a que la cague, a lo que puede pasar. Me gusta tener todo atado,¿ y si las cosas se desatan?. Pero bueno como me dijo alguien a la que quiero como a nada, no pierdo nada por intentarlo.