viernes, 27 de junio de 2014

Vacía

El sol me despierta cada mañana. Es verano, no tengo que ir a clase ni estudiar. Tengo todo el tiempo que deseé durante el curso, pero no se que hacer. Veo la tele, leo libros, salgo con mis amigos, pero en el fondo no hago nada. Consideradme una adolescente rara y tiquismiquis, pero no quiero dedicarme esta etapa de mi vida, que supuestamente es la mejor, a esto. No voy a ir a ningún campamento, que por cierto nunca he ido a uno, y ni me voy a ir de vacaciones, bueno estoy planeando irme una semana con mis amigas a la playa, así que tengo tooodo el verano libre. Pero no tengo ni idea de que hacer. Es extraño, porque si que tengo cosas que hacer, pero a la vez tengo un sentimiento de... vacío. Si sonrío, me divierto, pero me siento como vacía. Como si nada me llenase lo suficiente para poder sentir algo, felicidad, rabia, tristeza, cualquier tipo de emoción o sentimiento. Soy incapaz  de no prever las cosas que me pasan, buenas o malas, es como que estoy esperando a que pasen. Me he estancado en una rutina, y muy en el fondo sabia que iba a pasar. Me encuentro, digámoslo vulgarmente, hasta los cojones. De todo, absolutamente de todo.
Bueno, mientras tanto, me quedan mis sueños. Se me puede considerar una persona soñadora, por el simple hecho de que me aferro a ellos para seguir adelante.
A pesar de que soy una escéptica de la vida, creo y tengo fe, en que todo va a cambiar. Hasta entonces, me toca esperar, aunque antes me queda pasar muchos momentos malos. Porque lo sé, y los estoy esperando...

domingo, 27 de abril de 2014

El reflejo de mi ausencia

Todo estabas oscuro, solo se veía una luz al fondo del pasillo. Me acerqué lentamente, mientras me derretía por dentro, escuchando sollozos que me desgarraban el corazón, como cuchillos. Crucé el umbral de la puerta, estabas sentada en el suelo del baño. Observé en silencio como recogías fotos nuestras, de mi infancia. Sosteniéndome en brazos, dándome de comer...
Tus ojos, hinchados por las lágrimas, reflejaban desesperación y rabia. Rápidamente te levantaste como si nada, escondiendo algo tras tus mangas, un cuchillo.
"¿Qué había pasado? ¿Por qué había marcas en la pared? ¿Y la sangre de  tus manos?" te pregunté. No contestaste, ni siquiera me miraste. Seguías atenta a las fotografías, en estado de shock.
Alzaste la vista. Creí que hacia mí, pero no. Solo te observabas en el espejo. Intenté evitar que tu puño se estampara contra el cristal. No lo conseguí mi manos traspasó tu brazo. Entonces lo entendí todo, porque no me mirabas, ni me contestabas. Porque no veía mi reflejo...
Te seguí hasta el salón, y me vi. Vi mi cuerpo sobre un charco de sangre, muerto.
¿Me habrías matado tú? ¿Mi propia madre?


PD: Ayer cumplí 17 ;))

lunes, 7 de abril de 2014

Pareceré pesimista pero...

Soy ese tipo de personas que siempre está sonriendo, vivo en un limbo emocional, dentro de una especie de coraza para que nada me afecte. La mayoría de personas que me rodean piensan que soy feliz, quizás sea porque en realidad no me conocen. No saben, que en mi caso, es cierto lo que dicen que las personas que más sonríen son las más infelices.
A veces me pregunto, ¿para qué sonreír? Tal vez para no parecer débil, para no tener que contar mis problemas, o para autoengañarme. Tal vez sea, porque nadie me da razones para sonreír.
Le tengo miedo a la vida, al futuro. Tengo tantos sueños, tantas metas, y tan pocos recursos, que dudo que los consiga. Ese miedo surge debido a que ya perdí ese optimismo, la esperanza que me hace creer en el cambio. Ya no creo en él. Por experiencia sé que no puedo esperar nada de nadie, que no existen los regalos, ni intenciones buenas. El problema surge porque me he cansado de intentar que todo salga bien, de conseguir las cosas por mi cuenta, de esforzarme para no conseguir nada,
Reprimo las lágrimas, porque  ya he llorado suficiente. No me considero perfecta, ni buena persona, pero tampoco tan mala como para merecer todo esto. "Somos demasiado jóvenes, para ser tan infelices."
Ya ni creo en el Karma, no creo en nada. ¿Cómo voy a creer en algo, si ni siquiera creo en mi misma?
La gente me tiene como "madura", "responsable". Es la vida quién me ha hecho madurar a la fuerza. No puedo dar importancia a esas "tonterías" por las que sufren otros, porque ya tengo suficiente con mis problemas. Por soy feliz... si, feliz con pequeñas cosas.
Los días pasan, me aferro a la rutina, y sigo con un caos mental impresionante. Al andar por la calle, me fijo en las personas que veo y me imagino que vivo en otra vida. Quizás por eso últimamente solo pienso en cambiar mi vida, en vivir en otro lugar.
Pareceré pesimista por mis palabras, pero sencillamente soy realista. Hace mucho que dejé de vivir de ilusiones.

sábado, 25 de enero de 2014

Mi abuelo

25-01-2013. 
Como cada sábado, toca comida familiar. Veo desde la ventana como camina, lentamente con la ayuda de sus dos cachabas, soportando el peso de una vida de 96 años con su débiles piernas. Voy a saludarlo, escucha mis pasos, me siente, pero no me ve. Me busca con la mirada, reconoce mi silueta, pero hasta que no oye mi voz no sabe quién soy. Sonríe, le brillan los ojos, le acompaño hasta dentro. Aunque para él soy como un bebé, al ser su nieta más pequeña, se lo que significo para él, la importancia que tienen mis palabras. Simbolizo el futuro.
Mi abuelo es un hombre de miradas. Su rostro lleno de arrugas, desgastado por una vida de duro trabajo, ya no refleja sus sentimientos. Pero su mirada, si vieras su mirada... comprenderias porque se me encoge el corazón al verle. A lo largo de los años, ha soportado lo insoportable. Cuando te haces mayor ves morir a tus abuelos, padres, amigos, a tu mujer/marido.... pero el hecho de que haya tenido que ver irse a varios de sus hijos, demuestra su fuerza. En sus ojos se ve esa fuerza, junto a la acumulación de recuerdos y sufrimiento. A pesar de que sus ojos verdosos con manchas son enanos, sus párpados caídos, y sus pestañas ínfimas, su mirada refleja su grandeza y su increíble corazón.
Durante la comida, le observo detenidamente. Aunque escucha, no participa en las conversaciones, no es porque no entienda o no se entere, tiene la cabeza casi mejor que yo. A veces se escapan pequeños rayos de nostalgia de su mirada. Al levantarse, sus temblorosas manos buscan sus cachabas y su cara reprime una mueca de dolor, ya que el paso del tiempo y haber trabajado desde muy joven han desgastado sus rodillas hasta el punto de que casi no le mantienen.
De vez en cuando me pregunto, si mi abuelo en estos momentos es feliz. Noto como está esperando a que la muerte aparezca. Mi deseo es que cumpla 100 años, pero cada vez que veo su sufrimiento este deseo disminuye. Se que me va a doler como a nadie que se vaya, porque a pesar de haber vivido en otro siglo y estar chapado totalmente a la antigua, es quién más me comprende. 
Significa mucho para mi, pero verle mal me abruma. Tengo que empezar a hacerme a la idea, de que le queda poco, muy poco, y de que tengo que empezar a plantearme una vida sin él.
A pesar de que duela, de que se vaya un gran apoyo.
A pesar de que sea mi héroe. 


jueves, 26 de diciembre de 2013

Y tu, ¿cuál eliges

Sigo creyendo en mirar a los ojos, en la magia de una carta, en el olor de un libro nuevo. La gente dice que hay que actualizarse, ¿para que? ¿para perder lo que realmente importa en la vida? Sigo siendo como una niña hechizada con el baile de las llamas de un fuego, hipnotizada con el vuelo de los pájaros. Cuando me siento vacía,  me gusta dar paseos por el bosque de detrás de mi casa, solo yo y mis pensamientos. Todo el mundo tiene una estación favorita, yo cuando pienso en cual será la mía me pregunto:

¿Otoño?
Ver como las hojas van cambiando de color. Empiezas a abrigarte más con bufandas, gorros y guantes. Pasado el tiempo, en esos días ventosos en los que parece que llueven hojas, y cuando caminas, puedes dar patadas y lanzarlas al aire, respiras y sientes el oxígeno entrando en tus pulmones. Y que me dices, de ese emocionante momento en el que te pones las botas de agua, abres la puerta y comienzas a correr hasta llegar a un charco y simplemente saltar. Puff... ¿y el olor a lluvia, a arboles, a viento,a hojas, que digo, olor a otoño?

¿Invierno?
Despertarte, realizar un intento de salir a la cama y volver rápidamente a como estabas, para no perder el calor que tienes bajo tus sábanas. Cuando decides levantarte, subes la persiana, sonriendo observas como un impoluto manto blanco oculta lo que siempre ves desde tu ventana, y si sigue nevando, miras como se deslizan cada copo de nieve. Por muchas bolas de nieve que te lancen, sigues en la calle, corriendo y cayendo sobre un suelo tan blandito. Con los huesos helados, vuelves a casa para ponerte frente al fuego, llenas todo tu cuerpo con una sensación de calor. ¿Y esas tardes de manta, chocolate y tele?

¿Primavera?
Volver de clase, y notar que vuelve a hacer calor, que los árboles vuelven a llenarse de colores.  Como todo comienza a cobrar vida, te das cuenta que el suelo es más verde, el cielo más azul, y las flores huelen tan bien... Y en plena primera, aquel suelo vuelve a tomar color blanco, pero esta vez por las numerosas margaritas, o también algo que a mi me encanta, toma un color rojizo, como diese nombre al propio mar rojo, con las miles de amapolas. Y si tienes suerte, encuentras unas campanas moradas, donde, como decía mi abuela, viven las hadas. Ah! ¿y quién no ha pedido un deseo soplando un diente de león?

¿Verano?
Salir y sentir como los rayos del sol rozan suavemente tu piel. Toca ponerse pantalones cortos, camisetas de tirantes, comer helados, granizados... Vacaciones, para significan fiesta, amigos, dormir hasta tarde, pensar planes que al final no haces. Ir a la playa o piscina, flotar en el agua, aguadillas y cuando estás abrasado por el calor, sientes una brisa que te refresca. Esos castillos de arena, enterrarte entero en ella. Que sean las once, y siga siendo de día. ¿Y los que tienen pueblo? El verano es más divertido, pasas el tiempo con los amigos de tu infancia. Tu mejor compañera la bici, para ir al río, a los pueblos de al lado, a donde quieras...

Nunca me he conseguido decidir entre una de las cuatro, y tu ¿cuál eliges?

domingo, 22 de diciembre de 2013

Lucha

Era ya una rutina, una lucha diaria. Cada vez que se miraba en el espejo, lo hacía con asco. Poco a poco evitaba ver su reflejo, tanto en escaparates como cristales. Gotas transparentes salían de sus ojos, bañando sus mejillas. Sonreía con tristeza, se decía "Eres guapa." pero ni ella misma se creía. Hipnotizada, miraba una esquina del baño. Allí se encontraba una de sus peores enemigas, la báscula. Esta vez rechazó la idea de pesarse, no quería ver aquel maldito número. Simplemente se observó en el espejo, su mirada recorría un camino desde sus pies, pasando por la curva de su cintura, hasta sus hombros. Con un suspiro, cerró los ojos y se metió en la ducha.
Ella era feliz en su mundo, con sus libros y música. El problema surgía cuando la misma sociedad le hacia pensar que estaba gorda, cuando se tenía que enfrentar con una realidad que no quería aceptar. Le gustaba ir de tiendas, la moda le apasionaba, y esta temporada había prendas preciosas, que definían exactamente su  estilo. El momento crítico era al entrar al probador. Sus brazos cansados por el peso de las numerosas perchas, corrieron la cortina. Se encontraba de nuevo frente a un espejo, evitó que sus ojos reparasen demasiado en él. Empezó a probarse ropa, a pesar de haber cogido las tallas más grandes, o no le valían, o le quedaban muy justas. O sencillamente el corte no le queda bien.
Su mente y su corazón comenzaron esa lucha que durante un momento había conseguido olvidar. Reprimiendo las lágrimas, por estar en un sitio público, dejó de evitar ver su reflejo. Pensamientos e ideas recorrieron su cabeza. Decidida, quiso cambiar esa razón que causaba su tristeza. Al día siguiente se apuntó a un gimnasio, convenció a su madre para hacer una dieta y así poder ser otra.
Ella es el resultado de esta mierda de sociedad machista, perfeccionista y consumidora. No estaba gorda, para nada, solo le sobraban unos kilos de más. Era ancha de caderas y hombros, y tenía pecho. Sencillamente su figura no era el modelo al que las marcas de ropa querían vender.Ella representa a muchas adolescentes
No seas como ella. Quiérete tal y como eres, porque así estás perfecta. Vivimos en un mundo donde importa más la apariencia que el interior, y donde el objetivo es vender. "Apuntarse a un gimnasio, hacernos ir a nutricionistas, dietistas, comprarse ropa nueva porque la tuya está pasada de moda"
Gana esa lucha, aunque pensemos que es entre nuestra mente y corazón, en realidad es contra la sociedad, no dejes que te manipule. Gana este pulso, no llores por tu físico, es una pérdida de tiempo. Sonríe, sonriele al espejo, a la vida. Muestrale al mundo quién eres y como eres,  demuéstrales que el físico ni la ropa definen a una persona. Vales mucho más que ese maldito número.
Recuerda  que la báscula jamás pesará lo que tienes dentro del corazón.


viernes, 1 de noviembre de 2013

Política

Creo que ya os habéis acostumbrado a mis publicaciones poco frecuentes, digamoslo así...

Hoy quiero hablaros de política. En mi familia es un tema que se trata poco, por eso a lo largo de mi pre-adolescencia no he tenido una ideología con una orientación fija. Estos últimos años, con la crisis y la incompetencia del gobierno para resolverla, ha aumentado mi interés. Entre los dos principales sistemas económicos, me declino por el comunismo. Si, soy una roja de mierda blablabla. Antes de criticarme aquellos que son de derechas, he de decir que no soy una experta en política y que si me estoy equivocando ya lo descubriré, así que respetad otras opiniones. Aunque  no creo que me equivoque. Por ser de izquierdas, no quiere decir que no sienta orgullo por ser española. Creo que deberíamos dejar los estereotipos, e intentar hacer una mezcla de ambos sistemas, juntando los aspectos positivos de cada uno.
Últimamente, con lo de la LOMCE y todas las revueltas estoy conociendo mas personas de derechas algo extremistas que defienden sus ideas sin saber ni lo que la reforma está cambiando. Y no solo esa reforma, desconocen muchas de las anteriores. Siguen todos un patrón, hijo/a de familia algo adinera,  cuyo padre o madre es de derechas y por ello tienen esa ideología. Ahora todo les va bien porque su familia sigue teniendo ahorros con los que mantenerle. Pero cuando termine la universidad, en la cual sus padres se han dejado una pasta porque ahora solo los que tienen dinero pueden ir, y vea que no ha servido de nada ya que el gobierno que defiende sigue sin crear trabajo. O si llega a encontrar un trabajo por un sueldo mínimo y de cierta manera explotado, y de repente sea despedido sin explicaciones ni remuneraciones, dudo muchísimo de que siga defendiendo al gobierno.
El peor miedo de un gobierno corrupto, es un pueblo culto.



Agradecería mucho saber vuestra opinión, pero con respeto ;)

sábado, 14 de septiembre de 2013

Ley de vida

Un amor inolvidable, de aquellos que se te quedan marcados en el corazón, como un tatuaje.. De aquellos por los que luchamos, día a día, hora a hora, minuto a minuto, luchamos para sacarlo adelante.. Sin obtener resultado de todo lo que deseamos, deseamos que todo salga bien, deseamos estar toda la vida con aquella persona.. Tantas ilusiones y sueños rotos de las que vivimos. Teniendo la esperanza de que otra persona vendrá, que otra te sacará una sonrisa mas inmensa y te hará tener otra ilusión que al fin y al cabo se romperá como la anterior.. Ley de vida, lo que llega.. siempre se va.

martes, 28 de mayo de 2013

Quizás

Hace un año que te conozco, pero ¿puedo decir que realmente te conozco? No, o si, no lo sé.  Yo sabía perfectamente donde encontrarte, donde te conocí. Aquel bar, yo simplemente iba a pedir unas patatas, sin esa salsa "rojita" que tanto me pica. Es extraño como nunca había reparado en ti, quizás antes no estabas o, como no, iría metida en mis pensamientos, volando por encima del mundo en mi cabeza. Una carcajada, con una sonrisa. Simplemente fue eso lo que me hizo aterrizar, verte. Bueno, lo que me hizo sentir un escalofrío, fue el que mirases dentro de mi. Esa mirada, iba más a menudo para volver a ver esa mirada. Siempre estabas ahí, detrás de la barra. Pasaron los días, acompañados de un ¿como te llamas?, de un ¿que tal? y sobretodo, acompañados por tu sonrisa. Los mejores días los que te confundías, y sin darte cuenta me echabas la salsa picante. A veces ni yo me daba cuenta. Cuando te lo recriminaba bromeando, me mirabas,  realmente lo sentías. Semanas, meses. La única manera de vernos, era yendo yo a donde ti. Tus amigos nos vacilaban, me decían cosas cada vez que te girabas. La excusa de comprar patatas, pasó a la de ir al baño. Y llegó un sábado, yéndome a casa me dije ¿por que no?. Te fui a ver, era tarde estabais cerrando. Ya llegaba tarde a casa, me daba igual. No te extrañó la hora, ni nada. Te extrañó que dijera "Vengo a verte". Me volviste a mirar como cuando nos conocimos. Me hubiese ido a tomar una copa contigo, pero no podía.  El siguiente finde me pediste mi número, no tenía boli.
Ahora estoy aquí, sin saber si dártelo o no. Dicen que la edad no importa, pero para mi sí. No estoy enamorada ni nada por el estilo, aunque mis palabras los parezcan. Sencillamente tengo miedo, a ti no. A mi, a que la cague, a lo que puede pasar. Me gusta tener todo atado,¿ y si las cosas se desatan?. Pero bueno como me dijo alguien a la que quiero como a nada, no pierdo nada por intentarlo.

martes, 19 de marzo de 2013

Mi futuro...

Soy de ese tipo de personas que se quedan mirando las estrellas, el vuelo de un pájaro, el andar de una hormiga durante horas. Puedo mirar al vacío, y soñar despierta. Soñar una vida diferente, en la que no tenga que ir siempre con prisas mirando el reloj. En la que no tenga que preocuparme por los exámenes que voy a tener, ni en que cojones voy a ser de mayor ¿y si no quiero ser nada? ¿y si no elijo ser abogado ni médico?  Yo elijo vivir, aunque sea alejada del mundo, en una montaña o al lado del mar.

Cuando imagino mi futuro, no me veo estudiando en una universidad, salir a buscar trabajo, ni tener hijos. No quiero anclarme en una mierda de rutina, que todos los días haga lo mismo. Yo quiero.. buen la verdad es que no se lo exactamente quiero pero bueno. Quiero viajar por el mundo, a Nueva York, a Venecia, a Kenia, a la India, a Tailandia,... a todos los lados posibles. Quiero vivir en una de estas islas que parece que estás en el paraíso. Levantarme con el sol y si soy sincera, habrá días que me levante sola, en otra cama, habrá algún día que no duerma y otros días que me despierte al lado de la persona con la que quiera pasar el resto de mi vida. No se como ni donde, pero me despertaré feliz.

¿Cómo sé que será así? Porque sé que no voy a seguir al resto. No soy alguien que se deje llevar por los convencionalismos sociales. Cuando termino los exámenes, me sobra el tiempo. Me quedo mirando al infinito pensando. Pensando en la vida, en la muerte, en mi pasado, en mi presente, en mi futuro... de todo un poco. El futuro, ese maldito futuro que cada vez que decides cambia. ¿Si no quiero elegir lo que quiero ser ahora? ¿Y si quiero decidir las cosas sobre la marcha? Seguramente acabe comprando una casa, en la que vivir con la persona a la que quiero y donde cuidar  a mis hijos. Iré a trabajar entre semana para comprarles ropa, comida y todas esas cosas. Pero antes de eso voy a ir a Tomorrowland, voy a viajar por el mundo, voy a ayudar a alguna ong, cometer locuras. Voy a saber lo que es vivir el presente, no vivir construyéndome un futuro.Y todas mis aventuras se las contaré a mis hijos para que vean que la felicidad plena llega al cumplir nuestros sueños.