jueves, 11 de octubre de 2012

Vivir con tu ausencia.

Espero que os guste, decidme si queréis que siga con ella o no.
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Corría y corría detrás tuyo. Subía y subía escalones sin parar, llevaba horas en  esa escalera, era interminable.  Cuanto mas tiempo pasaba mas lejos estabas. De repente, paras te giras hacia mi. Yo sigo corriendo intentando alcanzarte, hasta que llego a ti. Me coges la mano, dejas algo dentro y me dices "Te prometí un siempre y así será". Abro mi mano y veo el collar que me regalaste, con el símbolo de infinito ∞. Levanto la mirada, justo a tiempo para ver tus ojos. Ahí es cuando empiezo a caer al vacío. Las escaleras han desaparecido, no hay nada mas alrededor. Sola, caigo entre las nubes, gritando tu nombre, el miedo me recorre por dentro. Sigo cayendo con el collar en la mano, acercándome al suelo. Antes de chocarme contra el, me aferro al collar y veo por ultima vez tus ojos, mirándome desde el cielo. Y me despierto.
Un sudor frío me recorre la espalda. Sigo sintiendo ese miedo en el cuerpo. Mi corazón late deprisa, muy deprisa, como si se me fuera a salir del pecho. Voy asimilando, que solo ha sido un sueño, pero aun así  sigo sin controlar mi agitada respiración. Ni las lágrimas que recorren mis mejillas, al igual que anteriores días  Poco a poco, mi cuerpo me responde, la sangre vuelve a mis manos, que sostienen el collar. ¡EL COLLAR! Me sorprendo, ¿como ha terminado ahí? Una voz en mi cabeza, me responde. "Te quedaste dormida llorando, con el en las manos" Lo recuerdo. Me había pasado toda la tarde recordando.
Hace unos días fue tu funeral, tu mejor amigo y yo fuimos juntos. La verdad es que eramos los que mas estábamos sufriendo y a pesar de eso, no habíamos hablado desde tu muerte. Pero esa tarde, empezó a sonar mi móvil. Vi su nombre, y algo dentro de mi hizo que lo cogiera.
-Que sepas que eres a la primera persona con la que hablo desde... -le solté, sin mas-.
+Igual que yo... -nació un silencio incómodo- ¿Vas a ir?
Se refería al funeral.Con un hilo de voz le contesté:
-No lo se, se que me arrepentiré si no voy -suspiré- Pero, si voy... me derrumbaré, ¿y tu?
+Quiero ir, pero no me atrevo solo -lo pensé antes de que me lo preguntase- ¿Te importaría que fuésemos juntos? Si no quieres no pasa nada, pero...
- No -le corté- no me importa. ¿Podrías venir a recogerme media hora antes? Quiero ir antes.
+Vale, gracias -y colgó-
Faltaban dos horas, me empecé a preparar. Puse la música (el CD de tu grupo favorito) a tope y me fui a duchar. ¿Que me voy a poner? pensé. Entonces vi tu camiseta favorita, con la que dormía. No iba a ir de negro, iba a ir con tu recuerdo. Me la puse, junto con los pitillos rasgados con los que te conocí y los tacones de nuestra primera cita. Me peiné como a ti te gustaba, con un moño mal echo. Pequeños mechones, se escapaban al lado de mi flequillo. Solo me hacía este moño para estar por casa, pero te encantaba. No me pinté, por ti. No te gustaba que me maquillase, decías que era perfecta tal y como era. Las sonrisas se me escapan cada vez que pienso en ti, hasta que me doy cuenta de que no estas a mi lado...
De repente, unas piedras chocaron contra la ventana. Con la música no había oído el timbre, Carlos había venido a buscarme. Me puse el collar que me regalaste, cogí el móvil, las llaves y salí.
+Esa camiseta es la... -la había reconocido-.
-Si -se notaba que estaba apretando los labios, intentando no llorar. Entonces me di cuenta de lo que tenía entre las manos, tu chupa de cuero- Su cazadora
+Si..., ¿vamos? -asentí-.
Antes de montarnos, vi como encendía un cigarro. No pude evitar preguntarle:
-¿Desde cuándo fumas? -me miró, me di cuenta de lo rojos que tenia los ojos, como los mios-.
+Se que no es lo que el querría, pero la rabia desaparece fumándome uno-su mirada se poso en mis manos-
"Mierda, tendría que haber cogido unos guantes" pensé.
+¿Que te ha pasado en las manos?
-Mi rabia desaparece con cada golpe contra la pared -estaba alucinando, normal. Mis nudillos estaban machacados, y el resto lleno de rozaduras- ¿Sabes dónde es?
+Si, ya casi estamos llegando.
No dijimos nada mas, tu ausencia era presente en nosotros. No sabía que iba a hacer al llegar, pero necesitaba ir. Al llegar, no sabía a donde ir, solamente seguí mi instinto.Tu amigo me seguía. Algo me llamaba, andaba por el pasillo, hasta llegar a ti. Abrí la puerta, ahí estabas, dentro del ataúd . Todo estaba preparado, las flores, los bancos. No había nadie todavía. El se quedó en la puerta, sin saber porque conocía el camino, pero yo corrí.
Entonces te vi, con ese traje, con los parpados cerrados. Fue como si hubiese recibido un golpe, caí al suelo llorando. Era superior a mis fuerzas, me costaba respirar.
-Porque... -susurré, sin aliento-.
Carlos, estaba a mi lado intentando tranquilizarme, a pesar de estar llorando también. Nunca le había visto llorar.
+ Tranquilízate, debemos ser fuertes.
-No puedo, Carlos. Me es imposible olvidarle. Él era mi todo, al irse ya no me queda nada. Me siento desorientada, he perdido mis sueños mis ganas de vivir. Le necesito.
+Marta, ¿Quién ha dicho que le tengamos olvidar? Todo lo contrario, hay que vivir con su recuerdo, aceptar lo que ha pasado y ser felices, por él. Es lo que el quería, que fuésemos felices.
Tenía razón. Es lo que querías, siempre fuiste de esas pocas personas que son felices al saber que sus seres queridos lo eran. Asentí, me sequé las lágrimas y me levanté.
Me giré y les vi. Tus padres estaban unos bancos mas atrás, observándonos con los ojos llorosos. ¿Habían visto todo? Fui a abrazarlos.
*FLASHBACK*
Estaba nerviosísima. Era la primera vez que conocía a tus padres, bueno no. Ya les conocía, como era tu amiga desde la guardería, sabían quién era. Pero era la primera vez que me verían como tu novia. Ya estábamos en la puerta, no paraba de temblar. Te miré, ¿como podías estar tan tranquilo?
~ ¿Lista? -me preguntaste con una gran sonrisa-.
-No, ¿y si les caigo mal? -te reíste, pero yo seguía temblando-
~ Marta te conocen desde que tenías dos años, ¡les caes genial!
-Pero ¿y si no les gusto como tu novia? ¿y si al saberlo, les empiezo a caer mal? -soltaste una carcajada y me cogiste las manos-
~¿Sabes qué pasará cuando se enteren?-te miré interrogante- Pensarán que eres perfecta, como yo lo hago.
Me besaste. Solo tu podías tranquilizarme de esa manera. Entramos cogidos de la mano. Estaban sentados en el salón, acurrucados. Se notaba que seguían teniendo esa llama de amor. Tu siempre fuiste diferente a los otros chicos, te llevabas bien con ellos pero tu no fardabas de haberte liado con muchas chicas. A ti eso te daba igual. Tu creías en el amor, sabías como era amar cuando es verdadero. Tus padres eran el perfecto ejemplo.
~ Buenas -se giraron al oírte-.
· Hola cariño, hombre Marta ¿que tal estás? -vinieron a darme un abrazo-.
- Muy bien, gracias, ¿y vosotros?
· Siempre tan educada, a ver si se te pega algo -te dijeron-.
~ ¿Y estabas nerviosa? Si les caes mejor que yo -me susurraste, haciendo que me riese-
· ¿Nerviosa, por qué?
~ Por lo que os veníamos a decir -estaban muy intrigados, me cogiste por la cintura- Estamos saliendo desde hace un tiempo -"Seis meses para ser exactos" pensé-.
·¡POR FIN! Ya era hora eh -"¿Que?" pensé- Pensábamos que no os darías cuenta de os gustabais.
Nos miramos alucinando. Esto si que era una sorpresa.
*FIN*
Hace unos seis meses. Desde ese día siempre estábamos en tu casa. Todo el día abrazados, besándonos, aunque estuviesen tus padres. Como una familia, la que yo nunca tuve.
· Oh cariño -las lágrimas corrían por sus mejillas-.
-Lo siento...
·No lo sientas, gracias a ti fue feliz -dibujó una media sonrisa- Bueno por ti también Carlos.
Se notaba que se estaban haciendo los fuertes por nosotros.
+¿Quien va a hablar en la misa? -preguntó, cambiando de tema.
· No lo habíamos pensado
- Yo, yo lo haré
+¿Crees que podrás?
-Si, bueno eso creo.
Iban a decir algo, pero empezaron a entrar familiares.
-No te separes, por favor -asintió, y me cogió por el brazo-.
Tras varias lamentaciones y condolencias, me harté de dar pena a la gente. No podía estar más allí. Levanté la vista, Carlos me estaba mirando fijamente, se sonrojó.
+¿Nos vamos? -me preguntó-.
-Si, no sabes las ganas que tengo de perderme de vista.
Me cogió de la mano y salimos del edificio, pensando en ti. Seguiremos con nuestras vidas, pero ya nunca será como antes, ya que tu muerte nos ha cambiado.



2 comentarios:

  1. es precioso.y me encanta, pero es super triste :'( siguela porfavor <3<3<3

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  2. uoo! si es que me encanta, me mori de amoorrr! ;( sigue pareciendome triste, pero yo lei menos cuando me lo mandaste ^^:'(
    Creo que ya te dije que quiero seguir leyendote y, si no lo hice, pues ala, ya lo sabes :P♥

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