domingo, 18 de marzo de 2012

Gracias a el sonrio

Me desperté feliz, sentia que me iba a comer el mundo. Había dormido muy bien, baje las escalares casi volando. Entré en la cocina y vi una nota. Era de mi madre " Cariño vamos a estar dos días fuera, llegaremos  por la tarde, te he dejado comida en la nevera cuídate te queremos" ¡Bien! Sola, en cuanto lo lei, subi a mi cuarto y puse la  musica a tope. Nada como un poco de musica para empezar bien el dia.Me duche, me vestí. ¿A donde podia ir? Se me ocurrió una idea perfecta...
Llegue antes de lo que pensaba, quizás sea por las ganas que tenía de verle.Entré en la cafetería, me encantaba ese  olor tan característico de allí. Vi su espalda, su ancha espalda al fondo. Camine silenciosa hasta él, le agarré de la cintura besándole el cuello. Noté su respiración mientras que se giraba a darme un beso.
-¿No ibas a estar con tu familia hoy? - dijo-.
+Si, pero se han ido nadie sabe a dónde -dije sonriendo- Vine para ver si te apetecía dar una vuelta.
-¿Contigo? Bueno... voy a hacer el esfuerzo -solo él sabía picarte tan sexualmente.
+¡Serás malo!- le di un golpe en el brazo-.
-Ahora por pegarme te quedas sola .
+Jooee... anda, lo siento... - le dije haciéndome la inocente- pero admite  que me has picado tu ehh.
-Vale.. te perdono porque eres mi pequeña, espera un momento que le digo a mi jefe que me voy.
+Ok .
Salimos dados de la mano, demostrando nuestro amor, dándonos igual lo que pensase la gente. Llegamos a mi casa, después de correr uno detrás del otro, de dar vueltas por el césped, de reír como nadie. No se que tiene que me hace tan feliz..., me hechizaban sus ojos, su sonrisa. Preparamos la comida, puse la mesa mientras terminaba de hacer los filetes. Me apoyé en la puerta mirándole, se giró y me sacó la lengua diciendo:
-¿Que miras pequeña?
+No se te da nada mal cocinar, algún dia me tienes que hacer una cenita romántica.
-Si te pones ese vestidito negro de encaje, ¡te cocino lo que quieras!
+Pues esta noche mismamente.
- Perfecto.-me besó en la comisura de los labios y fuimos a comer-.
Vimos una película de acción, y fuimos a comprar las cosas para la cena a un centro comercial que hay cerca. Entramos y se quedó parado.
-Adios -me soltó de repente-
+¿Adios? -pregunté sin entender nada-
-Si, no quiero que sepas lo que voy ha preparar.Va a ser una sorpresa. -respondió pillamente-.
+¡No me gustan las sorpresas!
-Te encantan -dijo robándome un beso- nos vemos dentro de media hora.
Asentí, me dirigí hacia la zona de tiendas de ropa. Miraba distraída los escaparates, pensando en cuanto me conocía. Dos meses, solo hace un año  desde ese tímido beso. Recuerdo ese día como si fuera ayer, no creía en el amor, estaba pérdida, me daba igual todo.Que idiota era... Me dirigía hacia una discoteca con mi vestido negro de encaje, el portero me dejó pasar sin hacer cola, siempre hacía lo mismo, le zorreaba un poco, con un "que músculos, se nota que vas al gimnasio" ya estaba dentro. Había buen ambiente, fui a la pista acompañada por unos chicos que lanzaban indirectas a más no poder. Veía como todas iban a por el típico chico buenorro, con sus abdominales, sus ojos azules... Me le quedé mirando, se dio cuenta y se acercó.
~Hola preciosa.-me dijo mirándome de arriba abajo, odiaba que hiciesen eso-.
+Hola guapo. -dije mordiéndome el labio-.
~¿Te puedo invitar a algo?
+ ¡Claro! -nunca llevaba dinero-.
Estuvimos hablando, era el típico chulo egocéntrico, que se creía dios. Cuantas ganas tenía de dejarle ahí plantado, de repente apareció un chico moreno alto, con los ojos verdosos,debe de ser amigo suyo pensé.
-Tío, dicen que acaban de robar un descapotable rojo.
~ ¡¿QUE?! Como sea el mio, les voy a dar un par de ostias-que fantasma que era... se largó en dos segundos-
-Bueno, vete antes de que vuelva y te siga  dando la charla sobre su coche, su casa... etc.-me reí, me gustaba este chico-.
+Gracias, te debo una bien grande -me iba a ir, pero algo dentro de mi hizo que me quedara- Me encantaría invitarte a algo pero no tengo nada de dinero.
-Tranquila, te invito yo.
Acepté con la condición de salir fuera, ya que me explotaba la cabeza. Estuvimos charlando durante horas en el parque de al lado, empezó a hacer  frío, se me puso la piel de gallina. El lo notó y me puso su chaqueta por encima.
+ Gracias, otra vez.Creo que ya es tarde, debería irme a casa, lo siento.
-No me digas lo siento, hombre. ¿Quieres que te lleve a casa?
+Me encantaría -le dije con una sonrisa de oreja a oreja-.
-Se me ha olvidado presentarme, soy Manuel.
-Elena, encantada.
Me llevó a casa, me acompañó hasta la puerta, "Que caballeroso" pensé. Sin darme cuenta me besó dulcemente, me separé y le invite a entrar.
-No, gracias. Me gustas demasiado, no quiero cagarla contigo -esa sinceridad repentina provocó que me sonrojase-.
+Cierto -le respondí mientras cogía su móvil  y apuntaba mi número- Toma, espero que sea verdad eso que me acabas de decir.
-Yo nunca miento - dijo sonriendo, llendo hacia el coche- Que duermas bien, hasta mañana.
Me latía el corazón, me hechizaba, no podía parar de sonreír , y desde ese día no he dejado de hacerlo.
Un pellizco en la cintura me sacó de mis pensamientos, era él.
+ ¿Ya has comprado todo?
-Si, necesito que compres el postre, no había nada con buena pinta.
+Claro amor, y así tendrás tiempo de preparar todo sin que me entere. - le dije guiñándole un ojo-
-Joe...me has pillado, como me conoces -sonreí y le besé-.
Cogimos un taxi, ya que llevaba muchas bolsas y no me dejaba coger ninguna. Mientras que el hacia la cena , fui a por el postre a su pastelería preferida. Nunca me había dado cuenta de lo lejos que estaba, compré un pastel de frambuesas, dentro había una mousse de chocolate, le encantaba. Volví lo mas despacio posible para que le diese tiempo.Abrí la puerta, estaba a oscuras, pero podía ver gracias a la luz de las velas, olía genial, una mezcla entre rosas y menta. Encontré una nota "Sal al jardín princesa", salí y me quedé paralizada. Había colocado velas y petalos de rosa por el caminito de baldosas que llevaba hasta el centro del jardín. Ahí estaba junto a una mesa, esperando a que dijese algo. No podía parar de sonreír, pero no era capaz de decir nada. Llegué hasta donde él, nos mirábamos a los ojos, le besé antes de decirle algo, no pude resistirme.
+Te amo -le dije, una sonrisa  de oreja a oreja le iluminó la cara, era la primera vez que se lo decía, no soy una persona que expresa sus sentimientos con facilidad-. Eres mi vida, desde aquel día en la discoteca soy la mujer mas feliz del mundo, y todo gracias a ti. Me escuchas, me ayudas. Eres todo, absolutamente todo, mi vida sin ti no tendría sentido. Eres lo que más amo en este mundo, estoy enamoradisima de ti, solo pensar que te puedo perder me abruma -una lagrima recorrió mi mejilla- Gracias.
-En un año nada y en cinco segundos esto -reí, se le notaba feliz, siempre que lo estaba se revolvía el pelo, como estaba haciendo ahora- Siempre serás mi princesa, por favor no llores, siempre voy a estar a tu lado, siempre -me besó con pasión -.
+Bueno, vamos a cenar, espero que no me envenenes -rió mientras me servía la cena-.
Había preparado un revuelto de setas, una ensalada de gambas y una especie de rollitos de primavera pero con jamón york.
+Dios, Manuel, está todo buenísimo.
-¿Te gusta? No estaba seguro si se iba notar el sabor del veneno.
+No se nota nada -le dije mientras iba a por el postre- Ahora el postre.
-A ver que has comprado... -saqué la tarta del envoltorio- Joder Elena, tarta de frambuesa, me encanta.
+Lo se.
-Pero me encantas mas  tú.-me sonrojé- ¿Recogemos?
+Vale .
Recogimos los platos y los llevamos a la cocina. Fuimos al salón, estaba todo lleno de velas, era precioso.
+Gracias, por esta noche, por estos dos meses.-me besó apasionadamente-.
Me cogió de la cintura y me acercó a el mientras me besaba el cuello. Me cogió del culo, impulsándome  hacia arriba, haciendo que le agarrase de la cintura con las piernas. Puse mis manos en su cuello y me  llevó hasta la habitacion de invitados que estaba en la planta baja. Encima de la cama había un corazón formado con pétalos. Me tumbó en la cama besándome. Me quitó  la camiseta  y yo a el la suya. Deslizó su mano hasta el broche del  mi sujetador, mientras le besaba los pectorales.Dio pequeños mordiscos a mis pechos. Metió la mano por debajo del pantalón y me lo desabrochó con ternura. Le quite los pantalones, metí mi mano por debajo de sus calzoncillos  haciendo que gimiese. Nos quitamos el resto de ropa interior, quedándonos desnudos. Le ayude a ponerse el condón, y nos fundimos en uno. El marcaba el ritmo,  Poco a poco iba aumentando, provocándome mayor placer, estaba en éxtasis. Nuestros gemidos se unieron a la noche.
Me desperté con los rayos del sol, enredada entre sus brazos. Estaba despierto, me acariciaba el pelo mirándome.
-Buenos dias princesa
+Buenos dias principe ¿bajamos a desayunar?
-Vale, espera que te hago el desayuno -me dijo mientras se levantaba y se vestia-.
+No, no, no -dije mientras me levantaba- Tu hiciste la cena, ahora me toca a mi.
-Creo que se me ha quitado el hambre...
+Bobo, pues ahora  te quedas sin besos - dije picandole mientras me ponia su camiseta-. ¡Pero que pedazo de espalda tienes!
-Hahahaha sin tus besos no podré vivir -puso cara de sufrimiento- Admitelo no se te da bien cocinar hahaha ¡Déjame al menos ayudarte anda!
+ Bueno vale lo admito -sonrei- te dejo que me ayudes.
Bajamos por las escaleras abrazados, en cuanto entramos en la cocina vimos que era casi la una. Decidimos ponernos a hacer la comida. Nos pusimos a comer hablando de su trabajo de mis estudios, de repente mientras recogíamos me preguntó :
-¿Tu crees que esto va a ser para siempre? -me giré para mirarle a los ojos- Lo nuestro quiero decir.
+Manuel -dejé los platos en la encimera, me acerqué a él y le cogí de las manos- ¿porque me preguntas eso?
-Por favor respondeme -veía en sus ojos que lo preguntaba por algo-.
+Yo no se si esto va a ser para siempre, no se lo que va  a pasar en el futuro -sus ojos se apagaron- pero lo que si se, es que quiero pasar toda mi vida contigo, un siempre se me quedaría corto y si  nunca te digo esto es porque... porque tengo miedo, miedo a que te alejes , a que te pierda...
-Elena, no me vas a perder -me soltó las manos y me abrazó- Si te lo he preguntado es ....
La puerta de casa se abrió, eran mi padres, no conocían  a Manuel, nunca les dije que tenía novio,era la primera relación seria que tenía y no sabía como decírselo, pero ellos lo sospechaban.
-¿Me escondo? - susurró nervioso-.
+ No -le agarré de la mano y fuimos al salón-.
~ ¡Elena! Ya estamos aquí -aparecimos por la puerta de la cocina- Ai hola, ¿quien eres? -Manuel iba a responder pero me adelanté-.
+Se llama Manuel mama, es mi novio - en cuanto mencioné la última palabra vi como mis padres me miraban  sonrientes, noté que Manuel también sonreía-.
~Encantados -mi madre le dio dos besos y mi padre la mano-.
Le estuvieron preguntando de todo, cuantos años tenia, si trabajaba o estudiaba,... El estaba muy tranquilo , pero yo estaba nerviosísima, el lo notó y me dio la mano , le miré y nos sonreímos y me guiñó el ojo. Mis padres lo vieron,  y se rieron, nosotros nos sonrojamos, y ellos soltaron "Que monos" y nos dejaron ir.
+Lo siento por tanta pregunta - eran las seis, hacia una tarde preciosa, el cielo era rosado y el sol estaba en el horizonte-.
-No pasa nada - estuvimos hablando sobre nuestros padres hasta que de repente llegamos al parque donde nos conocimos-.
+ Mira donde estamos -le dije emocionada-.
-Lo se , es a donde quería ir- le mire interrogante- bueno lo que te quería decir antes de que me cortaran tus padres es.... - me soltó la mano , se arrodilló - ¿Te quieres casar conmigo?

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